
Foto por Tonny Huang Tessa exhaló lentamente mientras se quitaba los lentes. Se frotó los ojos con los dedos índice y pulgar hasta llegar a los lagrimales, y ejerció una ligera presión sobre ellos mientras inhalaba profundamente. Acababa de ver la hora en su computadora personal, y marcaba ya las 9:25 de la noche. Había sido un largo día y apenas lograba terminar los últimos pendientes que su jefa había puesto en su agenda. Había aceptado un puesto como asistente administrativa para una empresa relativamente nueva de marketing. Se había dicho a sí misma que era algo temporal, mientras encontraba algo más relacionado con su carrera en comercio y relaciones internacionales. Eso había sido dos años atrás. Ahora, después de un golpe de suerte, la empresa para la que trabajaba había logrado conseguir un par de clientes en las ligas mayores, y, con una flotilla de apenas 12 trabajadores, las horas extras mal remuneradas eran algo que se había vuelto común en los últimos meses, más com...